Descubrir las islas Azores

Las islas Azores, en Portugal, han sido uno de nuestros mejores descubrimientos de los últimos años. Son unas islas volcánicas en medio del atlántico ideales para descubrir la naturaleza y desconectar. Aunque hay servicios turísticos no estan nada masificadas y son un destino ideal para hacer un viaje espectacular sin irse muy lejos ni gastar mucho dinero.

Vistas desde Sete Cidades, isla de Sao Miguel, en las islas Azores
Sete Cidades, isla de Sao Miguel

Ya hace un tiempo os dimos algunos consejos para preparar un viaje a las islas Azores y algunos trucos por si queréis que sea un viaje todavía más barato pero en este post queremos contaros cómo fue nuestro viaje de 10 días por las islas Azores para que pueda serviros de inspiración. ¡Allá vamos!

Aterrizar en Terceira

Después de un mal vuelo con turbulencias, retrasos y una noche en Lisboa que no teníamos programada, llegamos a la isla de Terceira casi un día más tarde de lo que teníamos previsto. Habíamos reservado tres días para visitar la isla – que ya son pocos si se quiere vistar a fondo – pero quedaron reducidos en dos. Absolutamente insuficiente pero le sacamos todo el jugo que pudimos.

Nos dió tiempo de visitar el Algar do Carvão – una chimenea volcánica de más de 80 metros – y recorrer la ruta del sendero de Mistérios negros, que nos ocupó un par de horas. Para relajarnos en ese primer día del viaje que había empezado bastante ajetreado acabamos de pasar la tarde en las piscinas naturales de Biscoitos, el mimso pueblo donde estaba el cámping donde nos alojábamos.

El segundo día lo dedicamos a recorrer la isla en coche parando en cada faro, mirador o rincón apetecible que encontramos. También paramos en todos los pueblos posibles, sus casas blancas con las esquinas coloreadas nos encantaron. Y, por supuesto, subimos a la sierra de Santa Bárbara, donde se encuentra el punto más alto de la isla de Terceira.

Angra do Heroismo, isla de Terceira, en las islas Azores
Angra do Heroismo, isla de Terceira

Nuestro último día en la isla lo pasamos descubriendo la capital, Angra do Heroísmo. Una ciudad de adoquines y llena de colores, igual que el resto de pueblos de la isla. Tiene unos 35.000 habitantes y está llena de rincones apetecibles donde pararse a contemplar la vida que pasa. Y es que la sensación en las islas Azores, es que todo va lento, calmado. Decubrimos la catedral, la fortaleza de Sao Sebastiao, recorrimos el puerto y subimos a los jardines del Duque de Terceira, para tener unas vistas excepcionales de la ciudad.

La isla de Flores, el paraíso

Al día siguiente viajamos hasta la isla de Flores, la más occidental del archipiélago junto con Corvo. Allí descubrimos los cámpings municipales – y gratis! – bastante comunes en las islas Azores.

Paisaje en la ruta de Ponta Delgada a Faja Grande, isla de Flores, en las islas Azores
ruta de Ponta Delgada a Faja Grande, isla de Flores

Pasamos cuatro días descubriendo la isla de Flores, de los cuales uno lo dedicamos a visitar la isla de Corvo. Gran parte de nuestras visitas las hicimos a pie aunque dedicidimos alquilar un coche para, en un día, acabar de recorrer los lugares que a pie o en transporte público tenían un acceso más difícil. En otro post te contamos con más detalle lo que no puedes perderte en la isla de Flores.

El aeropuerto de Flores está en Santa Cruz das Flores, donde nos quedamos a dormir para, al día siguiente, tomar el barco que nos llevaría hasta la isla de Corvo. Creo que es el único aeropuerto en el que hemos estado donde puedes salir andando tranquilamente y llegar al pueblo más cercano en cinco minutos.

Guía práctica

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Isla de Flores

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Empezamos a recorrer la isla por el norte. Un autobús nos dejó en Ponta Delgada, donde empieza una de las rutas senderistas más bonitas que hicimos en este viaje. Eso sí, es dura! Fueron unas cuatro horas de caminata cargando con todo el equipaje, con desnivel y con una humedad tremenda que nos hacía sudar de mala manera.

La recompensa fue, sin duda llegar a  Fajã Grande. Allí pudimos bañarnos en la cascada Poço de Bacalhau y, en el mar, en la zona norte del pueblo. Allí también hay un restaurante, fuimos un día a cenar pero no lo recomendamos, fueron exageradamente lentos. Enfrente del cámping del pueblo también había unas piscinas naturales, pero no nos gustaron tanto.

Desde Fajã Grande hay otra ruta para hacer andando hasta la reserva de Morro Alto e Pico da Se. No es muy larga pero sube bastante. Eso si, durante la subida tienes bonitas vistas de la isla y del pueblo de Fajã Grande.

 Poço Ribeira do Ferreiro, isla de Flores, en las islas Azores
Casacada de Poço Ribeira do Ferreiro, isla de Flores

Desde Fajã Grande se puede regresar a Santa Cruz das Flores en autobús para alquilar un coche – sólo se alquilan en el aeropuerto. El día que pasamos recorriendo en coche aprovechamos para visitar la impresionante cascada del Poço Ribeira do Ferreiro y el mirador de Rocha dos Bordões. El último día lo pasamos explorando un poco Santa Cruz das Flores, el museo de la isla y bañándonos en las piscinas naturales que también hay en este pueblo.

La pequeña isla de Corvo

Corvo es una isla muy pequeña que se puede visitar fácilmente en un día si te gusta caminar, sino, hasta menos. Se puede llegar en avión pero nosotros optamos para coger un barco desde la isla de Flores. Desde el puerto un minibus te sube al Caldeirão por 5 euros. Allí empieza una ruta de unos 4 km que da toda la vuelta al antiguo crácter ahora convertido en lagunas.

Para completar nuestra excursión optamos por descender andando hasta el pueblo. Hay que empezar por la carretera però al poco rato de andar empieza otra ruta, a mano derecha, que nos llevará por el mirador Cara do Índio. La cara del índio no llegamos a verla pero el camino y las vistas merecen mucho la pena.

Isla de Corvo

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La isla de São Miguel

Esta es la isla más grande y más turística que visitamos. Aún así, es bastante tranquila. Aquí pasamos otros cuatro días y optamos por alojarnos en el cámping  Quinta das Laranjeiras, en la zona centro norte de la isla. Así, pudimos movernos con bastante libertad – con un coche de alquiler – por toda la isla. Por cierto, que muy cerca del cámping está el restaurante de la asociación agrícola São Miguel, muy recomendable si queréis comer buenas carnes de las islas, especialmente ternera.

Las Furnas, isal de Sao Miguel, en las islas Azores
Furnas, isla de Sao Miguel

En la zona este de la isla visitamos la Furnas, llenas de fumarolas y donde pudes ver como los restaurantes de la zona cocinan bajo tierra aprovechando el calor natural. También llegamos hasta el pueblo de Faial da terra donde empieza la ruta que nos llevó hasta el Salto do Pergo. No nos dió tiempo de explorar la zona del noreste de la isla, donde había también algunos miradores que parecían interesantes.

En la zona oeste es imprescindible la visita a las piscinas naturales de agua termal de Ponta da Ferraria y a Siete Cidades, una zona de lagunas que se puede recorrer a pie o alquilar una bicicleta. Con nuestra experiencia, ahora optaríamos por las bicicletas ya que se trata de un camino ancho y sin desniveles pero si quieres hacer todo el recorrido es bastante largo.

Lagoa do Fogo, isla de Sao Miguel, en las islas Azores
Lagoa do Fogo, isla de Sao Miguel

En la zona central de la isla de São Miguel merece la pena el centro de interpretación de Caldeira Velha – donde también puedes bañarte en aguas termales- y la Lagoa do Fogo. Y obviamente, la capital, Ponta Delgada, que se encuentra en el sur. Esta es una ciudad pequeña por la que merece la pena callejear y perderse.

Esta fue nuestra ruta por las islas Azores donde como véis solo visitamos cuatro islas de las nueve que tiene el archipiélago. Sin duda, nos quedamos con ganas de repetir y seguir explorando este territorio insular de Portugal.

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